Haz un poco de memoria y te llegarán a la mente recuerdos de esa vieja serie Dragon Fly, basada en el juego japonés Dragon Warrior. Fly y sus amigos debían recorrer el reíno de Papunika para salvarlo de bestias infames y sin corazón. Este año, con una nueva historia, basada en el mismo universo, Dragon Quest VIII hace su arribo triunfal y por primera vez a la mejor consola, aún cuando algunos llegaron a dudar de que Square Enix hiciera la edición del juego para América.
La historia de nuevo incluye una princesa, un rey y un simple guerrero que salvará el día. Dhoulmagus será tu enemigo a vencer. Para llegar hasta él deberás recorrer los bastos mundos que por primera vez en la serie, son tridimensionales; tendrás de compañía al rey Trode que ha sido convertido en un sapo y de su hija Medea, con un hechizo encima que la hace parecer una preciosa yegua.
Conocerás a templarios, guerreros, magos y monjes a lo largo de tu travesía y se pondrá a prueba tu habilidad como alquimista, pues tendrás a tu disposición decenas de objetos que podrás combinar entre sí para obtener más poder, energía, armas y otros artículos necesarios para llegar hasta Dhoulmagus.