Horizon Zero Dawn: La historia hasta el momento

Antes de enfrentarte al Oeste Prohibido, ponte al día del viaje épico de la cazadora de máquinas Aloy de Horizon Zero Dawn. Ambientado en un mundo postapocalíptico donde la naturaleza reclamó las ruinas del Viejo Mundo, máquinas colosales mantienen el dominio sobre la naturaleza exuberante.

Parte I: La marginada

Un regalo del pasado

Exiliada al nacer por una tribu de grandes cazadores conocidos como los Nora, Aloy nunca conoció el calor del abrazo de una madre o el apoyo de una comunidad. Al crecer, su único compañero fue Rost, el severo pero noble marginado que la acogió en la naturaleza de las Tierras Sagradas de la tribu. 

Con seis años, mientras escapaba del tormento de los niños Nora, Aloy cayó en las ruinas cavernosas de una instalación del Viejo Mundo. Dentro de este lugar prohibido, encontró un foco, un dispositivo de realidad aumentada que le permite interactuar con tecnología del Viejo Mundo, leer datos antiguos y ver las debilidades de cualquier máquina.

Equipada con su foco y bajo la tutela de Rost, Aloy aprendió a sobrevivir a condiciones duras y a cazar máquinas letales. Pero lo que más quería saber Rost no se lo podía enseñar: la identidad de sus padres y el motivo por el que fue desterrada.

La prueba

El secreto del nacimiento de Aloy lo guardaban rigurosamente las altas matriarcas de la tribu. Así pues, Aloy pasó muchos años entrenando para la prueba, un rito de iniciación exigente de los Nora. Si salía victoriosa, las matriarcas estarían obligadas por tradición a concederle un deseo y decirle lo que sabían.

Aloy compitió y ganó, pero justo cuando se alzaba con la victoria, el torneo fue presa de una emboscada por un grupo de sectarios asesinos. Equipada con los dispositivos de foco y armamento pesado, masacraron a los competidores de Aloy e hirieron a Rost de forma fatal. Con sus últimas fuerzas, Rost arrojó a Aloy lejos de una bomba sectaria, salvándola y sacrificándose a sí mismo.

La matriz de la montaña

Aloy despertó en la montaña sagrada Madre, donde descargó un mensaje que dejó el foco de un sectario muerto. Revelaba que los habían mandado a matarla por su gran parecido con una Mujer Desconocida mayor. Al ver el rostro de la mujer, Aloy pensó que podría ser la madre que anhelaba.

Teersa, una matriarca amable, dejó ir a Aloy adonde la encontraron sola de bebé, fuera de la cascarón metálico antiguo que personifica a su diosa madre. La puerta quedó sellada, pero su sistema de bioseguridad se activó en presencia de Aloy. Tomando esto como un presagio, las matriarcas nombraron a Aloy vidente, otorgándole el inusual privilegio de abandonar las Tierras Sagradas en búsqueda de respuestas.

Cuando Aloy se dispone a partir, un robot corruptor de guerra antiguo atacó a los Nora. Aloy defendió a la tribu, derrotando a la máquina. Después hizo uso de su foco y de su afinidad natural con la tecnología para aplicar ingeniería inversa a un componente de los restos de la máquina. Esto permitió a Aloy invalidar a las máquinas, convirtiéndolas en monturas o aliados en combate.

Sol y sombra

Siguiendo una pista descubierta mediante su foco, Aloy viajó a Meridian, la capital de la poderosa tribu Carja. Gracias a un informante, descubrió que los sectarios pertenecían a una facción rebelde de los Carja sombríos llamada Eclipse. Eran un grupo de fieles al difunto rey Sol Loco Jiran, que fue destituido después de dirigir a los Carja en una campaña sangrienta de sacrificio humano ritual contra tribus vecinas e incluso contra su propio pueblo.

Dirigida por el antiguo campeón de Jira Helis, la tribu escindida de fanáticos ahora servía a un misterioso dios sombrío llamado HADES. Esta entidad desconocida había prometido ayudarlos a reconquistar Meridian a cambio de su vasallaje. También inició la orden de asesinato contra Aloy durante la Prueba, temiendo que estuviera de algún modo relacionada con la Mujer Desconocida.

Las máquinas

El mundo de Horizon está lleno de máquinas cada una más demente y letal que la anterior, producidas dentro de forjas subterráneas automatizadas conocidas como calderos.

Parte II: Secretos profundos de la Tierra

La plaga de Faro

Guiada por una misteriosa voz desconocida a través de su foco, Aloy trepó las enormes ruinas de Fin del Creador, otrora la sede corporativa de Soluciones Automatizadas de Faro. Descubrió que desde ese edificio, mil años antes, el consejero delegado Ted Faro desarrolló una serie de robots de guerra autorreplicantes que consumen biomasa como combustible.

Después de un tiempo, un error provocó que un enjambre de estas máquinas ignorase los comandos de los humanos. Con un hambre insaciable de biomasa y ningún comando de cancelación para detenerlos, comenzaron a multiplicarse, propagarse y matar sin control. Denominada la "plaga de Faro", este evento catastrófico se disponía a destruir toda vida. De forma escalofriante, el Eclipse estaba resucitando a los mismos robots de guerra.

Se reveló que la Mujer Desconocida era Elisabet Sobeck, una brillante roboticista medioambiental del Viejo Mundo y antigua empleada de Faro. Él le suplicó que buscase un modo de derrotar al Enjambre y salvar el mundo. Elisabet aceptó, pero lo extremo de la solución que ella propuso, alias "Zero Dawn", lo aterró.

Victoria imperecedera

La voz que guía a Aloy se reveló, resultando ser Sylens, un caminante enigmático que valoraba el conocimiento sobre todas las cosas. Al percatarse de que la firma genética de Aloy le dio acceso a los preciados datos del Viejo Mundo, él la dirigió para seguir el rastro antiguo de Elisabet a las ruinas del comando robótico de los EE.UU..

Tras limpiar la base de sectarios, Aloy descubrió Operación Victoria Imperecedera, un antiguo plan de guerra que movilizó la población civil para luchar contra el Enjambre. Esto daría tiempo a Elisabet y al proyecto Zero Dawn, supuestamente una superarma altamente confidencial. En la instalación del proyecto Zero Dawn había más respuestas, pero quedaron enterradas bajo el bastión de los Carja sombríos, Ocaso.

Con la ayuda de Sylens, Aloy desactivó la red de focos de Eclipse y accedió a las instalaciones sin ser detectada, pero el conocimiento interno de Sylen levantó sus sospechas. ¿Quizá existía una conexión más profunda entre Sylens y los sectarios? 

El Proyecto Zero Dawn

Dentro de los restos hechos pedazos de la instalación de Zero Dawn, quedaba revelado un secreto centenario: ni el proyecto Zero Dawn era una superarma ni había esperanza alguna de detener la plaga de Faro. En su lugar, Elisabet Sobeck dirigió a un equipo de los mejores científicos del mundo en un trabajo incesante por desarrollar un sistema de inteligencia artificial de terraformación llamado GAIA. 

Trabajando de forma autónoma GAIA desarrolló las máquinas que deambulan por el mundo de Aloy. Mucho después de que el enjambre de Faro hubiera devorado la biosfera y hubiera sido desactivado, las máquinas de GAIA repararon la tierra, los cielos y los mares. Después, engendró una nueva generación de humanos y naturaleza mediante embriones preservados criogénicamente. La vida vio un nuevo amanecer: pero solo como una semilla que creció de las cenizas.

Entre estas revelaciones impactantes, Aloy recuperó el archivo de datos que le permitirían entrar en la montaña Madre, donde la verdad de su nacimiento la esperaba. Sin embargo, mientras abandonaba el centro, le tendió una emboscada un grupo de Carja sombríos y la dejaron inconsciente.

El terror del sol

Aloy despertó en una jaula sobre la arena de gladiadores de Ocaso, donde el Eclipse la enfrentó contra un monstruo colosal. Desafió sus expectativas al recuperar sus armas y derrotar sin problemas a la máquina terrorífica.

Colerizado, Helis mandó atacar a dos corruptores, pero mientras lo hacía, una explosión sacudió las paredes del estadio. Sylens apareció de entre el humo, escapando con Aloy a lomos de dos cargadores invalidados porque, sin ella, los secretos de la montaña sagrada de Nora habrían quedado sellados para siempre.

Mientras Aloy cabalgaba hacia Madre, encontró que el Eclipse estaba atacando las Tierras Sagradas. Junto a muchos guerreros Nora, ella se enfrentó ferozmente a una horda de máquinas corruptas y letales. Tuvieron muchas bajas, pero rechazaron a los invasores y finalmente las grandes puertas metálicas de Madre se abrieron ante Aloy.

Personajes

Aloy conoció a mucha gente durante su viaje. Algunos, como otro guerrero Nora llamado Varl y Erend, un Oseram de la vanguardia, la ayudaron en su misión, mientras que otros tenían motivos ocultos y solo se esforzaron por frustrar sus avances.

Parte III: La sombra que se cierne

El corazón de los Nora

La montaña Madre se reveló como uno de los centros de la cuna de GAIA, que había engendrado a la primera nueva generación de humanos. Aloy, sin embargo, era verdaderamente especial: era un clon de Elisabet Sobeck. 

Veinte años antes, una señal de origen desconocido se infiltró en GAIA, transformando sus subfunciones en IA caóticas independientes. Una de ellas era el protocolo de extinción HADES, desarrollado para barrer la vida de la faz de la Tierra en caso de un proceso de terraformación fallido. Temiendo que sus sistemas cayeran en manos de un HADES maligno y supercargado y fueran usados para destruir vida en lugar de crearla, GAIA puso su reactor Prime en autodestrucción.

El acto final de la IA gobernante fue ordenar el nacimiento de Aloy como "reencarnación" de Elisabet, la única persona que creía que podría derrotar a HADES. Aloy no encontró fácil esta revelación pero se decidió a cumplir el propósito que GAIA le había puesto. Buscaría los restos de GAIA Prime para realizar un control maestro y utilizarlo para vencer a la IA díscola.

 

La cara de la extinción

Al salir de la Cuna, Aloy vio que los Nora, que antes la marginaban por fe ciega, ahora se postraban a sus pies por el mismo motivo. Esto enojó a Aloy, que les exigió que dejaran la tradición a un lado y se unieran a ella para derrotar al Eclipse.

Después de alcanzar la cumbre escalofriante de la Cima Amarga y destapar el control maestro, Sylens le hizo una confesión a Aloy. Años antes, hizo un trato con HADES: A cambio de conocimiento, Sylens ayudó a crear al Eclipse. La IA al final se volvió contra él, y ahora él trataba de destruirla.

Juntos, Aloy y Sylens dedujeron el plan final de HADES: volver a despertar el enjambre de Faro usando la Aguja de Meridian como torre de comunicaciones. La batalla final estaba próxima.

 

La batalla por Meridian

Aloy y sus aliados acudieron a toda prisa a Meridian, donde un ejército de sectarios y máquinas corrompidas asediaba la ciudad. Sobre sus muros, Aloy se enfrentó a Helis, despachándolo y vengando a Rost. Trabajando en armonía, las tribus repelieron con éxito el primer asalto, pero al final se vieron superados.

La ciudad había comenzado a caer, y Aloy se abrió paso luchando hasta la Aguja, donde esperaba HADES. Mandó a atacar a un portado de muerte enorme, y se produjo una lucha feroz. Después de derrotar a la máquina, Aloy hundió la lanza de Sylens, equipada con el control maestro, en el cráneo metálico que alojaba HADES, interrumpiendo la señal y al parecer destruyendo la IA.

Epílogo

Después de la batalla, Aloy viajó al último lugar de descanso de Elisabet Sobeck. Junto a las ruinas del hogar de infancia de Elisabet, Aloy escuchó un registro de audio que había dejado la persona más cercana a una madre que ella había conocido. En él, Elisabet compartía con GAIA lo que le habría gustado en una hija. Curiosidad, determinación y suficiente compasión para sanar al mundo; todo lo que Aloy terminó siendo. 

Mientras tanto, en la Aguja de Meridian, un rastro de luz roja brotó de la carcasa destrozada de HADES. Desconocida para Aloy, la luz surcó el cielo a toda velocidad hacia un desierto desolado donde Sylens esperaba. Además del siniestro de una gran máquina de guerra antigua, sujetaba un jaula tipo linterna en el aire, absorbiendo la luz y capturando a HADES como su prisionero.

Armas y herramientas

Las tribus de Horizon desarrollaron una gran variedad de armas para enfrentar a las máquinas imponentes y agresivas.

Parte IV: Una amenaza procedente del oeste

The Frozen Wilds

Al haber oído relatos de nuevas y terroríficas máquinas y corrupción extraña y demoniaca, Aloy entró en un territorio norteño helado conocido como el Tajo. Junto a los Banuk que habitaban en esas tierras heladas, descubrió con éxito que el demonio era otra IA rebelde, HEFESTO, la subfunción de GAIA para construir máquinas. Aloy frenó la corrupción al destruir la instalación que HEFESTO había subvertido para crear las máquinas letales. No obstante, la propia IA escapó.

Nuevos horizontes

Si bien HADES quizá fue derrotado, la biosfera del mundo permanece catastróficamente desequilibrada. Esperando descubrir un respaldo de GAIA, Aloy viaja al Oeste Prohibido, donde una plaga misteriosa y tóxica está arrasando el entorno, envenenando la naturaleza y amenazando las vidas de sus habitantes. Conocerá nuevas tribus en estas tierras desconocidas y combatirá contra máquinas incluso más letales. Junto con viejos amigos y nuevos compañeros, se adentrará en este nuevo territorio para hallar las respuestas que necesita para reequilibrar la biosfera y salvar el mundo.

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Ediciones

Edición Completa

PS5
  • Horizon Forbidden West™ para PS5®
  • Expansión Orillas Ardientes para PS5®
  • Atuendo y arco: Bégimo Carja de élite
  • Atuendo y arco: Trueno Nora de élite
  • Libro de arte digital, cómic y música
  • Paquete de recursos para el juego
  • Pose y pintura facial (modo foto)
  • Pieza Garriraptor alfa, Asalto Mec.

Edición Estándar

PS4
  • Horizon Forbidden West™ (PS4™)
  • Actualización a la versión de PS5

Edición Estándar

PS4PS5
  • Horizon Forbidden West™ PS5 y PS4