Como Felix solo se mueve entre las sombras, deberá alterar su entorno para abrirse paso por el mundo. Por suerte, los segadores como él pueden manipular el sol y mover los objetos para crear los senderos de sombra que necesita. Así, podrá avanzar en su aventura y comprobar que la gente muere según dicta el Ministerio.
Felix trabaja en el Ministerio de la Muerte y está enamorado de Betty, del Ministerio de la Vida. Cree que, si trabaja como segador de campo en el mundo de los humanos, algún día la conocerá. Por eso, ha aceptado encargarse de que la gente muera... y ha aprendido a bailar para impresionar al amor de su vida.